lunes, 6 de junio de 2016

Hombre de Cromagnon.

Hombre de Cromañón es el nombre con el cual se suele designar al tipo humano correspondiente a ciertos fósiles de Homo sapiens, en especial los asociados a las cuevas de Europa en las que se encontraron pinturas rupestres. Suele castellanizarse y abreviarse la grafía original Cro-Magnon como cromañón, sobre todo para su uso en plural (cromañones). Cromañón es la denominación local de una cueva francesa en la que se hallaron los fósiles a partir de los que se tipificó el grupo. Su datación (40 000 y 10 000 años de antigüedad) se toma como el hito que da comienzo al Paleolítico superior desde el punto de vista antropológico, mientras que el límite moderno no lo marca la aparición de ninguna modificación física, sino ambiental y cultural: el fin de la última glaciación y el comienzo del actual período interglaciar (periodo geológico Holoceno), con los periodos culturales denominados Mesolítico y el Neolítico.
El uso del concepto "hombre de Cromañón" como alternativo a otras denominaciones está abandonado por los prehistoriadores y paleontólogos en la actualidad, aunque puede encontrarse su uso en las publicaciones, normalmente como sinónimo de Homo sapiens en el paleolítico, sin más precisiones.
No obstante, durante mucho tiempo se popularizó la errónea identificación de esos tres tipos humanos con las tres divisiones raciales o razas humanas de la antropología clásica: Cro-Magnon con la raza blanca o caucasoide, Grimaldi con la raza negra o negroide y Chancelade con los esquimales o raza amarilla o mongoloide
Vivía en cuevas y temporalmente en campamentos al aire libre. Sin que pueda considerárseles sedentarios, posiblemente mantenían un lugar preferente de residencia, que ocasionalmente abandonarían para trasladarse a otro. La forma de vida era cazadora-recolectora. Cazaba en grupo; los animales grandes, con trampas; y los pequeños, con piedras y saetas.

Descubrimiento

El geólogo Louis Lartet descubrió los primeros cinco esqueletos en marzo de 1869 en la cueva de Cromañón (cerca de Les Eyzies de Tayac-Sireuil, Dordogne, Francia), lugar del que obtienen su nombre.

Neandertales y cromañones

Distribución del Auriñaciense.
El hombre Cromañón pudo tener una relación con el Hombre de Neanderthal durante las primeras etapas del Paleolítico Superior en Europa, zona en la que hubo poblaciones de ambas especies durante un breve periodo —hasta hace unos 29 000 años, o incluso unos 27 000 años en el sur de la península ibérica— hasta que el neandertal se extinguió. La búsqueda de pruebas sobre si fue posible la hibridación entre ambas especies ha venido siendo un campo de estudio puntero de la paleoantropología de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Inicialmente, los análisis del ADN no daban resultados concluyentes;mientras que los más recientes estudios parecen demostrar que los grupos humanos actuales, a excepción de los africanos subsaharianos, tienen un cierto porcentaje de ADN neandertal. Es decir, aunque el hombre de neandertal no sea, en sí, el antecesor de nuestra especie (Homo Sapiens), una parte considerable de los humanos actuales tienen una línea de ascendencia neandertal.
Sus diferencias morfológicas suelen interpretarse como una adaptación a un clima frío en los neanderthales y una acusada neotenia en los cromañones. Se ha apuntado también la posibilidad de que los cromañones dispusieran de una mayor capacidad para el lenguaje (tanto del aparato fonador como cerebral, para el pensamiento simbólico), con las implicaciones que esto tendría para la vida social.

Homo floresiensis

El hombre de Flores (Homo floresiensis), apodado «hobbit», es una especie extinta del género Homo. Es extraordinaria por el pequeño tamaño de su cuerpo de apenas 1 metro de estatura, y 25 kg de peso, su cerebro de menos de 400 cc, y por su reciente desaparición, pues ha sido contemporánea de los humanos modernos (Homo sapiens). Descubierta en 2004, en un principio se pensó que habitó hasta hace 12 000 años en la isla indonesia de Flores. Sin embargo, a raíz de las excavaciones realizadas por el Australian Research Council entre 2007 y 2014 se hicieron nuevas investigaciones publicadas en marzo de 2016 en la revista Nature que retrasaron la fecha de extinción del H. floresiensis a 50 000 años atrás, coincidiendo con los años de expansión del H. sapiens en la zona.

Descubrimiento

En 2003, en yacimientos en la cueva de Liang Bua, se descubrió un esqueleto fosilizado, que se dató con una antigüedad en 18 000 años, designado como LB1, muy completo excepto por los huesos del brazo, que todavía no se habían encontrado. Posteriormente, en 2004 en el mismo lugar, se recuperaron partes de otros nueve individuos, todos diminutos, incluida una mandíbula designada como LB6, así como los huesos del brazo derecho pertenecientes al ejemplar original y herramientas de piedra igualmente pequeñas, de estratos comprendidos de entre 90 000 a 13 000 años de antigüedad.
La isla de Flores ha sido descrita (en la revista Nature) como «una especie de mundo perdido», donde animales arcaicos, extintos hace tiempo en el resto del mundo, habían evolucionado a formas gigantes y enanas por especiación alopátrica. La isla estaba habitada por elefantes enanos (una especie de Stegodon) y lagartos gigantes similares al dragón de Komodo, así como por Homo floresiensis, que puede ser considerado una especie de humano enano.
Los descubridores apodaron «hobbits» a los miembros de la diminuta especie, como la raza ficticia de gente pequeña del Legendarium de Tolkien. Homo floresiensis tiene unos 74 000 años de antigüedad. También están ampliamente presentes en esta cueva sofisticados utensilios de piedra de un tamaño considerado adecuado para un humano de 1 metro de estatura. Dichos utensilios parecen tener una antigüedad entre 95 000 y 13 000 años y están asociados con estegodontes jóvenes, presumiblemente presas del hombre de Flores.
Los especímenes no están fosilizados, sino que tienen lo que ha sido descrito en un artículo de Nature «la consistencia del papel mojado secándose» (una vez expuestos, los huesos deben dejarse secar antes de que puedan ser extraídos).
Los investigadores esperan encontrar ADN mitocondrial en buen estado para compararlo con muestras de especímenes no fosilizados de H. neanderthalensis y H. sapiens similares. Sin embargo, la probabilidad de que se haya conservado ADN es baja, pues éste se degrada más rápidamente en entornos tropicales templados, donde se sabe que no se conserva más que algunas docenas de años. La contaminación del entorno cercano parece altamente probable dado el ambiente húmedo en el que fueron encontrados los especímenes.

Anatomía


Homo erectus, señalado como el antepasado inmediato de Homo floresiensis, tenía aproximadamente la misma talla que los humanos modernos. Sin embargo, los especialistas creen que a consecuencia del limitado aporte alimentario de la Isla de las Flores, la población de Homo erectus llegada al territorio de la isla de Flores hace ca. 500 000 años sufrió un fuerte enanismo insular, una forma de especiación geográfica también presente en la isla en otras diversas especies.
Aparte de la diferencia de tamaño, esta hipótesis se basa en que los especímenes parecen semejantes en sus características a H. erectus, del que se sabe que vivía en el sudeste asiático en la misma época que los hallazgos más antiguos de H. floresiensis. Estas semejanzas observadas forman la base para el establecimiento de la relación filogenética sugerida. Sin embargo, hay que tener en consideración que no se han encontrado en la isla restos correspondientes a H. erectus, y mucho menos formas de transición; hasta el momento, se han encontrado solamente pruebas materiales (herramientas de piedra), atribuible solo presuntamente a una posible ocupación por H. erectus hace 840 000 años; no se descarta tampoco que sean atribuibles a otra posible especie de homínido existente en esa época.
Así, al tener el espécimen tipo de esta especie encontrada, un esqueleto bastante completo, y un cráneo casi completo de una hembra de 30 años de edad y 1,06 metros de altura no sólo presenta una drástica reducción en comparación con el H. erectus, sino incluso una talla algo menor que la del Australopithecus, un ancestro tres millones de años más antiguo y que no se pensaba previamente que se hubiese expandido más allá de África. Esto tiende a calificar a H. floresiensis como el miembro más «extremo» de la extensa familia humana; ya que serían ciertamente los más bajos y pequeños.
En relación a la estatura, H. floresiensis es también bastante diminuto comparado con el tamaño del ser humano moderno. La altura estimada de un H. floresiensis adulto es considerablemente menor que la altura media adulta de todas las poblaciones humanas modernas físicamente más pequeñas, tales como los pigmeos africanos (< 1,5 m), twa, semang (1,37 m para las mujeres adultas) o los andamaneses (1,37 m para las mujeres adultas). La masa es normalmente considerada más importante biofísicamente que una medida unidimensional de altura, y por dicha medida, debido a los efectos de escala, las diferencias son incluso mayores. Se ha estimado que en el espécimen tipo de H. floresiensis tenía unos 25 kg.
H. floresiensis además tenía brazos relativamente largos, quizás para permitir a esta pequeña criatura trepar a la seguridad de los árboles cuando lo necesitaba. Estos huesos del brazo, hacen que las inevitables comparaciones con los humanos modernos acondroplásicos (sobre 1,2 m) u otros enanos no sean válidas, pues estas personas no son proporcionalmente más pequeñas que las demás por regla general, sino que sólo tienen sus miembros más cortos.

Además de una talla corporal pequeña, H. floresiensis tenía un cerebro extraordinariamente pequeño. El espécimen tipo, con 380 cm³,está en el mismo rango que los chimpancés o los antiguos Australopitecus. Su cerebro está reducido considerablemente respecto al del presunto antecesor inmediato de esta especie, H. erectus, que con 980 cm³ tenía más del doble de volumen cerebral que su especie descendiente.
A pesar de la ley de la biogeografía insular, ésta no explica bien la reducción del tamaño cerebral de 800 c.c. en Homo ergaster (erectus) hasta los 400 cc de Homo floresiensis. Gracias a los descubrimientos en los yacimientos de Dmanisi de Homo georgicus, cuyo cerebro era de 600 c.c. aproximadamente y estrechamente emparentados con Homo habilis, los cuales salieron del continente africano hace 1.8 millones de años llegando hasta la isla de Java, sabemos que existieron en Asia homininos con cerebros más pequeños. Una reducción de 200 c.c., es decir de los 600 c.c. de H. georgicus a los 400 c.c. de H. floresiensis, no es tan drástica como pasar de los 1100 c.c. de H. erectus a 400 c.c., lo cual los situaría más cercanos a H. habilis que a H. ergaster - H. erectus. Sin embargo, la relación cerebro-masa corporal que presenta H. floresiensis es comparable a la de H. erectus, lo que indica que es improbable que las especies difieran en inteligencia. De hecho, los descubridores han asociado a la especie algunos comportamientos avanzados.
Estos comportamientos estarían asociados a la existencia de evidencias del uso del fuego para cocinar. La especie también ha sido relacionada con herramientas de piedra de la sofisticada tradición del Paleolítico Superior típicamente asociada con los humanos modernos, quienes con 1310-1475 cm³ casi cuadruplican el volumen cerebral de H. floresiensis (con una masa corporal incrementada en un factor de 2,6). Algunas de estas herramientas fueron aparentemente usadas en la caza necesariamente cooperativa del Stegodon enano local por esta pequeña especie humana. Igualmente en otro yacimiento llamado Mata Menge, el investigador Adam Brumm y sus colaboradores han detectado que las herramientas encontradas tienen importantes similitudes con las halladas en Liang Bua; presentando las herramientas de Mata Menge una datación que arroja la asombrosa fecha de «entre 840 000 y 700 000 años».Estas fechas, indican que Homo sapiens no pudo fabricar las herramientas descubiertas en Mata Menge, y con ello probablemente también las de Liang Bua; ya que la especie Homo sapiens no existía en esa época.
Además, la isla de Flores permaneció aislada durante la edad de hielo más reciente debido a un profundo estrecho, a pesar del bajo nivel marino que unió a buena parte del resto de Sondalandia. Este hecho ha llevado a los descubridores de H. floresiensis a concluir que la especie o sus antecesores sólo pudieron haber alcanzado la isla aislada por medio de algún transporte marítimo, quizás llegando en balsas de bambú hace unos 100 000 años.
Estas evidencias observadas de tecnología avanzada y cooperación a un nivel humano moderno ha impulsado a los descubridores a proponer que H. floresiensis tendría casi con total certeza lenguaje. Estas sugerencias han resultado ser las más controvertidas de los hallazgos de los descubridores, a pesar de la probablemente alta inteligencia de H. floresiensis.

Homo neanderthaliensis.

El hombre de Neandertal (Homo neanderthalensis u Homo sapiens neanderthalensis)es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230 000 hasta 28 000 años atrás, durante el Pleistoceno medio y superior y culturalmente integrada en el Paleolítico medio. El examen de restos antiguos hallados en las cuevas de Châtelperron, en Francia, podrían indicar que convivió con el hombre de Cromañón, primeros hombres modernos en Europa.La comparación del genoma de los neandertales y los humanos modernos apunta a un origen común de las dos especies y a una hibridación posterior entre ellas hace unos 100 000 años.
Anatómicamente, los esqueletos neandertales son robustos, con un tórax ancho y extremidades cortas. El cráneo se distingue por los arcos supraorbitarios prominentes, frente baja e inclinada, la ausencia de mentón y una capacidad craneal comparable o superior a la de los hombres modernos. Los estudios anatómicos y genéticos no han descartado que poseyeran la facultad del lenguaje hablado.
En los yacimientos neandertales del Paleolítico medio se han encontrado herramientas de piedra y artefactos cuyo estilo se describe como cultura Musteriense. En los últimos tiempos de los neandertales aparece en el registro arqueológico el estilo Châtelperroniense, considerado como más «avanzado» que el musteriense. Los neandertales eran omnívoros y posiblemente practicaban el canibalismo. En los yacimientos más tardíos se ha hallado evidencia de ceremonias fúnebres y sencillos objetos con posible valor artístico.
Se desconocen las causas exactas de su extinción; entre las hipótesis consideradas, varias guardan relación con la expansión de Homo sapiens sapiens en Eurasia, o por los cambios ambientales ligados a cambios de clima.

Descubrimiento

Los primeros fósiles fueron encontrados en Engis (Bélgica), en 1829 (Engis 2). Le siguen los de Gibraltar, en la cantera de Forbe en 1848, pero no se reconoció el significado de estos dos descubrimientos hasta bastante después de que se diera a conocer el famoso Neandertal 1. Este fue hallado en 1856 cerca de Düsseldorf en el valle del río Düssel en Alemania, tres años antes de que Charles Darwin publicara El origen de las especies.
El descubrimiento, en 1856, fue realizado por Johann Karl Fuhlrott y descrito en 1857 por Hermann Schaaffhausen. Franz Mayer, para explicar dicho hallazgo, inventó una teoría curiosa. Según Franz Mayer, el esqueleto pertenecía a un cosaco ruso que perseguía a Napoleón a través de Europa. Explicaba que el cosaco sufría raquitismo, lo que explicaría la forma arqueada de sus piernas, y que el dolor del raquitismo le hacía arquear tanto las cejas que le produjeron unos fuertes arcos supraciliares.

Existencia en el tiempo

Surgieron hace unos 230 000 años en el Paleolítico Inferior y desaparecen del registro fósil hace unos 33 000-28 000 años, después de haber creado y desplegado la importante y extendida cultura Musteriense, que se considera como la expresión del Paleolítico Medio, y también el Châtelperroniense, que actualmente se cree que habría sido autóctono. Las causas de su extinción son todavía motivo de debate.

Anatomía

Sus características definidoras, a partir de los huesos fósiles descubiertos hasta ahora (unos 400 individuos), son: esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas y robustas, tórax en barril, arcos supraorbitarios resaltados, frente baja e inclinada, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal —1550 cm³—, igual o incluso más grande que el de los hombres modernos. Vivían en grupos sociales organizados, formados por alrededor de unos treinta miembros casi todos con parentesco (clanes), dominaban el fuego y podían fabricar herramientas rústicas que incluían huesos y piedras.
Los neandertales fueron una especie bien adaptada al frío extremo congruente con la cuarta y última glaciación. Tenían un cráneo alargado y amplio, baja estatura y complexión robusta, y nariz amplia de aletas prominentes; rasgos que pueden denotar una adaptación a climas fríos, como se puede observar actualmente en las poblaciones del Ártico, y muy probablemente dueños de un olfato más desarrollado que el hombre moderno. Según otra interpretación, la morfología nasal neandertal es parte de los rasgos faciales asociados a la masticación.
Un neandertal medio podía alcanzar unos 1,65 m, era de contextura pesada, dentadura prominente y musculatura robusta. Si bien su estructura ósea no los hacía corredores de larga distancia, sí podían hacer cortas y rápidas carreras persecutorias o escapistas; eran sobre todo caminantes de largas distancias. Estudios anatómicos han determinado que el neandertal podía articular una fonética limitada respecto a la que actualmente posee el hombre moderno, debido a la ubicación de la laringe, situada más arriba que la de este. Otros estudios recientes indican que los neandertales podían dar grandes mascadas a su alimento gracias a una mayor apertura bucal. La expectativa de vida de un miembro adulto en un medio ambiente tan extremo, riguroso y hostil no sobrepasaba los 40 años en los hombres y 30 en las mujeres.





Homo heidelbergensis.

Homo heidelbergensis es una especie extinta del género Homo, que surgió hace más de 600 000 años y perduró al menos hasta hace 200 000 años (Ioniense, mediados del Pleistoceno).
Eran individuos altos que tenían 1,80 m de estatura y muy fuertes (llegarían a 105 kg), de grandes cráneos que median 1350 cm³, muy aplanados con relación a los del hombre actual, con mandíbulas salientes y gran abertura nasal. Se trata de la primera especie humana en la que es posible detectar indicios de una mentalidad simbólica.
Su nombre científico deriva de la proximidad de la ciudad de Heidelberg (Alemania) al lugar donde fueron hallados los primeros fósiles, lo que subraya el hecho de que se trata de los primeros Homo que alcanzaron las estepas del centro y norte de Eurasia.
Su anatomía ha sido descrita en gran parte por los restos encontrados en el yacimiento de la Sima de los Huesos en Atapuerca.

Evolución:
Una hipótesis es que tanto los neandertales (Homo neanderthalensis) como los humanos modernos (Homo sapiens) sean descendientes directos de Homo heidelbergensis, apoyada en que entre 300 000 y 400 000 años atrás, un grupo ancestral de Homo heidelbergensis dejó África y se atrevió a ir hacia el noroeste, entrando así en el oeste de Asia y en Europa y, posteriormente, evolucionó hasta los neandertales mientras que los Homo heidelbergensis que permanecieron en África (llamados a veces Homo rhodesiensis) se convirtieron en Homo sapiens hace aproximadamente 130 000 años. Sin embargo, esta hipótesis ha ido perdiendo fuerza a raíz de las evidencias científicas y parece que Homo Neanderthalensis desciende del Homo Erectus europeo, a pesar de que el Homo Heidelbergensis cohabitó con estos en Europa. Entre Homo antecessor, cuyos fósiles se han hallado en las colinas de Atapuerca (España), y los H. neanderthalensis existió esta especie (H. heidelbergensis). Presenta en general caracteres intermedios entre H. erectus / Ergaster y el H. sapiens, incluido un torus occipital hendido (en Homo erectus tal torus, o cresta, es continua) y una gran capacidad neurocraneal.
Si Homo erectus era probablemente cleptoparásito (robaba presas a los animales predadores, que aportaban proteínas y grasas de buena calidad) y complementaba su dieta con alimentos vegetales, en Homo heidelbergensis se hace patente un predominio de la dieta carnívora con evidencias de caza. La presión evolutiva para que se desarrollara la caza se derivaría de las condiciones ecológicas del territorio que colonizaron: Europa era fría y durante seis meses existían muchos menos recursos alimenticios vegetales que en África, el carroñeo y el cleptoparasitismo no aportaba suficientes nutrientes lo que habría inducido (por selección) a la aparición de conductas sociales dedicadas a la caza: bandas de heidelbergensis se organizaban para perseguir a otros animales y ultimarlos en trampas naturales (precipicios, pantanos) o arrojándoles grandes hachas líticas bifaces e, incluso, rústicos venablos de madera aguzada.

Fósiles

El descubrimiento más antiguo de fósiles de la especie es una mandíbula inferior (Mauer 1), encontrada en 1907 por el trabajador de una mina en Mauer, cerca de Heidelberg.Se estima que esta mandíbula data de 600 000 años AP.
Posteriormente, en una cueva llamada Caune de l'Arago, en Francia, se encontraron los restos fragmentarios de una docena de individuos. El más completo es la cara y parte de la caja craneana de un individuo conocido como Hombre de Tautavel, que data de cerca de 450 000 años AP y, tiene gran parecido al cráneo del Hombre de Petralona, encontrado en una cueva en Grecia.
Otros sitios donde se han hallado fósiles atribuidos a esta especie, son Steinheim (Alemania),Swanscombe (Inglaterra) y la Sima de los Huesos en la Sierra de Atapuerca (España), donde se encontraron 5000 fósiles pertenecientes a unos 30 individuos, que datan de hace 400 000 años,considerados antepasados de los neandertales, restos estos que están muy bien conservados; entre ellos destacan el cráneo número 5 (llamado popularmente "Miguelón") que está completo, y del cual recientemente se realizaron estudios que dan cuenta de una lateralidad en el cerebro (era diestro),y una pelvis muy bien conservada de un individuo conocido popularmente como "Elvis".En China se han encontrado fósiles que concuerdan con este grupo, en el sitio de Dali; un cráneo de hace 280 000 años, y un esqueleto en Jinniushan.
Hay que notar que en Terra Amata (Francia), se encontraron restos de refugios construidos durante la época de H. heidelbergensis. Estos refugios tenían una forma ovalada, con veinticinco pies de largo y veinte de ancho. Dentro del refugio se encontraron restos de ceniza.
Se han encontrado fósiles relacionados con esta especie en África en los sitios de Bodo, al noreste de Etiopía, con un ejemplar más robusto pero similar que data de hace 600 000 años, y en Kabwe (Zambia). También en Lago Ndutu (Tanzania). Los huesos postcraneales concuerdan con los de Arago, e indican que ésta era una forma robusta, pero moderna. Los científicos están divididos en su interpretación sobre estos fósiles africanos. Algunos los sitúan en la especie H. heidelbergensis.Otros piensan que los fósiles europeos y africanos pertenecen a dos especies diferentes, y sólo las poblaciones africanas, clasificadas como Homo rhodesiensis u H. sapiens arcaico, evolucionaron hasta el H. sapiens, mientras que el nombre H. heidelbergensis sólo correspondería a los fósiles europeos, que presentan inequívocas apomorfías en la línea evolutiva hacia el hombre de Neandertal.Tampoco hay unanimidad sobre la interpretación del hombre de Petralona (Grecia), que podría ser un H. heidelbergensis tardío o más bien un H. rhodesiensis u otro H. sapiens arcaico que llegó a Europa desde África, por las costas del Mediterráneo.


Características

Hace aproximadamente medio millón de años se empezaron a gestar los rasgos morfológicos que en unos cientos de miles de años dieron origen al neandertal. Los pre-neandertales u Homo heidelbergensis mostraban una creciente corpulencia física, expresada en el aumento de la talla, 1,75 a 1,80 metros y cerca de 100 kg de peso (media masculina). Las mandíbulas también poseían una gran fuerza y robustez a causa del estrés al cual eran sometidas.
El conjunto de estos fósiles revelan un homínido con un cráneo más "inflado" que el de ningún H. erectus/H. ergaster, aunque todavía posee arcos supraciliares. La parte trasera del cráneo es más redondeada que en H. erectus/H. ergaster, y las mejillas son infladas, como en los neandertales, aunque la cara es más plana. Su capacidad neurocraneal no dista mucho de la del hombre moderno, rondaba los 1350 cm³. Otro parecido con el Homo sapiens actual era su aparato fonador. Esto dio a pensar que el lenguaje, entendido de una manera quizás diferente a la actual, ya estaba presente en estos grupos.

Homo antecessor

Homo antecessor es una especie extinta perteneciente al género Homo, considerada la especie homínida más antigua de Europa y probable ancestro de la línea Homo heidelbergensis-H. neanderthalensis. Vivió hace unos 900 000 años (Calabriense, Pleistoceno temprano) Eran individuos altos, fuertes, con rostro de rasgos arcaicos y cerebro más pequeño que el del hombre actual, y con menos circunvoluciones cerebrales.

Descripción:
La definición de esta especie es fruto de los más de ochenta restos hallados desde 1994 en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina en la sierra de Atapuerca, y que datan de hace al menos 900 000 años, según mediciones paleomagnéticas.
De acuerdo con sus descubridores, entre los caracteres anatómicos de estos homínidos cabe destacar un conjunto de rasgos muy primitivos en el aparato dental, que llevaron a establecer una relación entre éstos y los homínidos africanos del Pleistoceno Inferior. Una mandíbula muy bien conservada de una mujer H. antecessor, de entre 15 y 16 años, recuperada del yacimiento de la Gran Dolina tiene similitudes muy claras con las del Hombre de Pekín (Homo erectus), lo que sugiere un origen asiático de H. antecessor. Sin embargo, el patrón de desarrollo y erupción de los dientes es prácticamente idéntico al de las poblaciones modernas.
La morfología facial es similar a la de Homo sapiens, con orientación coronal y ligera inclinación hacia atrás de la placa infraorbital que determina la presencia de una fosa canina muy conspicua. El borde inferior de esta placa es horizontal y ligeramente arqueado. El arco superciliar es en doble arco y la capacidad encefálica, estimada a partir de un fragmento incompleto de hueso frontal, indica una cifra superior a los 1000 cm³. Mientras que H. erectus tiene un patrón de crecimiento facial que es similar al observado en los primeros Homo y los Australopithecus, tanto en H. antecessor como H. sapiens predomina la resorción ósea durante el crecimiento facial. Las similitudes entre la anatomía subnasal de H. antecessor y H. sapiens sugieren que la "modernización" de la cara estaba ya claramente en marcha en H. antecessor.
La morfología de la mandíbula recuerda a la de ciertos homínidos muy posteriores, del Pleistoceno Medio, de la especie Homo heidelbergensis, como los de la Sima de los Huesos, también de Atapuerca. El esqueleto postcraneal indica una cierta gracilidad en comparación con la mayor robustez del Hombre de Neanderthal de la segunda mitad del Pleistoceno Medio.
La mayoría de individuos alcanzarían una altura de entre 160 y 185 centímetros, con un peso de entre 60 y 90 kilogramos.
En la actualidad, la validez de esta denominación como especie diferente es defendida por sus descubridores y otros expertos, que consideran que H. antecessor precede a H. heidelbergensis y por tanto es también antepasado de H. neanderthalensis; sin embargo, parte de la comunidad científica la considera una simple denominación, no específica, para referirse a restos encontrados en Atapuerca, que ellos asignan a la especie H. heidelbergensis o bien, la consideran una variedad de Homo erectus/Homo ergaster.

Homo erectus

Homo erectus es un homínido extinto, que vivió entre 1,9 millones de años y 70 000 años antes del presente —si se vincula su extinción a la teoría de la catástrofe de Toba— (Pleistoceno inferior y medio). Los Homo erectus clásicos habitaron en Asia oriental (China, Indonesia). En África se han hallado restos de fósiles afines que con frecuencia se incluyen en otra especie, Homo ergaster; también en Europa, diversos restos fósiles han sido clasificados como Homo erectus, aunque la tendencia actual es la de reservar el nombre Homo erectus para los fósiles asiáticos.
Una característica principal de Homo erectus es la «forma de la bóveda craneal,  relativamente baja y angular», con un marcado toro supraorbitario, «una frente marcadamente huidiza, [...] y la anchura mayor en una posición muy baja.»El volumen craneal, muy variable, fue aumentando a lo largo de su dilatada historia. Tenía una capacidad mayor que la del Homo habilis y que la del Homo georgicus encontrado en Dmanisi. Los primeros restos que se encontraron del Hombre de Java muestran una capacidad craneal de 850 cm3, mientras que los que se encontraron posteriormente llegan a los 1100 cm3 Poseía una fuerte mandíbula sin mentón, pero de dientes relativamente pequeños. Presentaba un mayor dimorfismo sexual que en el hombre moderno.
Era muy robusto y tenía una talla elevada, hasta 1,80 m de medida.
Producía industria lítica, principalmente Achelense, y probablemente dominaba el fuego.

Evolución:
Desde el descubrimiento de Homo erectus, los científicos se preguntan si esta especie era un antepasado directo de Homo sapiens, debido a que las investigaciones hechas no eran suficientes para demostrarlo. Las últimas poblaciones de H. erectus —tales como las del río Solo en Java— pueden haber vivido hace solamente 50 000 años, simultáneamente con poblaciones de H. sapiens, y se descarta que a partir de estas últimas poblaciones de Homo erectus haya evolucionado H. sapiens.
Aunque poblaciones anteriores de H. erectus asiáticos podrían haber dado lugar a H. sapiens, hoy se considera más probable que Homo sapiens hubiera evolucionado en África probablemente de poblaciones africanas de H. erectus, luego los primeros H. sapiens habrían migrado desde el noreste de África hace menos de 100 000 años al Asia, donde tal vez se encontró con los últimos H. erectus.
Una especie que posiblemente descienda tardíamente de Homo erectus, es el pequeño Homo floresiensis, aunque por el estudio de los huesos de la muñeca, los brazos y el hombro se considera más probable que descienda directamente de Homo georgicus o de H. habilis.

Principales yacimientos

En China

  • Zhoukoudian
  • Jinniu Shan
  • Yiyuan
  • Yuanmou
  • Hexian
  • Chaoxian
  • Dali
  • Gongwanling
  • Yunxian
  • Maba
  • Bose Basin.

En Java

  • Modjokerto
  • Sangirán
  • Trinil
  • Ngandong

jueves, 2 de junio de 2016

Homo ergaster

Homo ergaster es un homínido extinto, propio de África. Se estima que vivió hace entre 1,9 y 1,4 millones de años, en el Calabriense (Pleistoceno medio).
Sus primeros restos fueron encontrados en 1975 en Koobi Fora (Kenia); se trata de, al menos, dos cráneos (KNM-ER 3733, tal vez femenino, y KNM-ER 3883) de hace 1,75 millones de años cuyo cerebro tenía un tamaño estimado en unos 850 cm³. En 1984, fue descubierto en Nariokotome, cerca al lago Turkana (Kenia), el esqueleto completo de un individuo de unos 11 años, 1,60 m de estatura y cerebro de 880 cm³, con una antigüedad de 1,6 millones de años; se conoce como el niño de Nariokotome.
El Homo ergaster procede probablemente de Homo habilis y es descrito por algunos autores como el antecesor africano de Homo erectus. Algunos especialistas consideran que pueden haber sido una única especie, debido a su gran parecido anatómico, en cuyo caso tendría prioridad su denominación como Homo erectus, pero parece asentarse la aceptación de dos especies diferentes.

Características

Homo ergaster tiene un cráneo menos robusto y con toros supraorbitales menos acusados que los Homo erectus asiáticos, y se asocia, en sus comienzos, a la Industria lítica olduvayense o modo 1, para luego pasar a la achelense o modo 2.
Homo ergaster es muy diferente a los homínidos anteriores y muestra cambios anatómicos importantes:
  • La talla y proporción del cuerpo es similar a la nuestra
  • El cerebro sufre un aumento importante, rondando los 850 cm³
Es muy posible que la duración de su infancia, adolescencia y vida adulta sea intermedia entre las del chimpancé y el ser humano moderno. A diferencia de "Homo habilis" se reconoce en el uso de la tecnología de modo 2 o achelense, la búsqueda deliberada, y por tanto consciente de instrumentos de forma predeterminada.
A excepción del cráneo, tanto Homo erectus como Homo ergaster tienen una constitución física bastante parecida a la del hombre actual, siendo similar en estatura, aunque en general son de complexión más robusta y fuerte, y tienden a ser algo más anchos de caderas. Las proporciones de piernas y brazos, ya son totalmente modernas.

Principales yacimientos

  • Konso Gardula (Etiopía)
  • Oeste del Lago Turkana (Kenia)
  • Koobi Fora (Kenia)
  • Norte de la Depresión de Afar (Eritrea)